FAMILIAS

La niña agredida en Huelva debe pensar que la familia es basura y cuando le toque, como a los míos, estudiarla en español e inglés, seguirá pensando que es una basura , solo que chapurreándola, en lengua de Shakespeare. Lo pensará, porque el marido de su tía, abusó de ella , en ausencia de sus padres y lo condenaron a dos años  y a una indemnización, y nada de nada, ha cumplido. “Cosas de familia”, me dirán, porque acoger al que no tiene adónde ir, y además si es marido de la hermana del padre, es normal, pero que se aproveche y abuse de una cría de 8, para nada. Pero la vida es así y la niña, ahora de 11, papeándose la adolescencia por completo, tiene que verlo todos los días , porque incumple, cada vez que le da la gana, la orden de alejamiento. Me imagino que los padres deben de estar desesperados , para poner esto en boca de todos, dándole la publicidad que necesitan , para meterlo entre rejas, porque - fíjense bien- viven en el mismo barrio de Mari Luz,” casitas chicas, nos conocemos todos” y esa niña tiene que ir a un colegio, cada día , donde como en todos ponen etiquetas , porque los niños escuchan todo y las madres rajan que es gloria verlas , a las puertas del centro. La niña debe de odiar la familia, debe odiarlo a él y debe odiar cada día su vida , por mucho que digan ahora los políticos que les buscarán casa lejos, si lo pide la familia o aunque le esté echando un cable , el psicólogo de la junta de Andalucía. Pensará, con razón, que la familia está ahí, matándote por dentro, sin pisar cárcel , ni cumplir condena, porque aunque los dos años de Ortega Cano no devuelvan la vida a un marido y padre , que ni bebía , ni conducía como un loco, por lo menos están ahí cumpliéndose. Que éste entre , en donde debía haber estado hace mucho, no devolverá la sonrisa a la niña , ni la inocencia que él le arrebató , tampoco los padres dejarán de echarse la culpa , ni de maldecirlo, como la mujer de Carlos Parra , no dejará de llorar a su marido, porque vea al torero desfilando , rodeado de fotógrafos y prensa, pero al menos es algo. Porque cuando la familia te da puñaladas, te las meten bien dentro , porque pueden, como los nazis , hacerlo y después no quieren cárcel , que todo el mundo está en su derecho y dilatan con recursos y minimizan las penas, y los muertos al cementerio y los abogados a cobrar fajos y las víctimas al burladero, que para eso son víctimas , para hacer leña con ellas, con fogatas a las puertas del centro, porque siempre nos quedará el mañana y la niña al tentadero, que un hijo de mala sangre , encima goza con el escarnio de verle , en sus ojillos, el miedo .